Aunque no es necesario que sea San Valentín para tener una velada romántica con la pareja y aunque es un poco precipitado por lo poco que falta, siempre es bueno tener una excusa para buscar un rincón del mundo para perderse y disfrutar de la pareja en un ambiente relajado y en un entorno privilegiado.
Un buen lugar sería el Sunrise Kempinski Hotel, situado a los pies de las montañas Yanshan junto al lago Yanqi, cerca de la Gran Muralla China. Un edificio único, cuya forma recuerda la salida del sol por el horizonte. De ahí su nombre.
Sunrise Kempinski Hotel, diseñado por el prestigioso arquitecto chino Zhang Hai An, es un edificio de 21 pisos revestido de paneles de vidrio espejado que permiten reflejar la belleza del entorno. Las primeras plantas reflectan el lago y las montañas que le rodean, las últimas el cielo, mientras que por la noche, la estructura se ilumina con tecnología LED.
Visto de frente, el hotel evoca el sol naciente, símbolo de la prosperidad el país. De lado, su forma achatada recuerda una concha, que simboliza la riqueza cultural de esta tierra. Sin duda, un hotel único que aglutina la vanguardia y la modernización que está sufriendo el país, con la tradición y la calma de un paraje natural extraordinario.
Sunrise Kempinski Hotel cuenta con 306 habitaciones decoradas con mobiliario de lujo de estilo europeo y detalles orientales. Entre ellas, destaca la Suite Presidencial, formada por dos dormitorios, una sala de estar equipada con piano de cola, comedor para 12 comensales, estudio privado y una vista inmejorable del lago Yanqi.
Además, en el hotel hay varios restaurantes de comida asiática e internacional y un spa con tratamientos de lujo que alberga una piscina y un gimnasio completamente equipado.
Pero si la majestuosidad de esta maravilla de la arquitectura y sus instalaciones exclusivas no fueran suficientes para sus huéspedes, siempre está la opción de visitar la zona y admirar una de las maravillas del mundo: la Gran Muralla, símbolo de la China más tradicional que ahora comparte protagonismo con este hotel, símbolo del crecimiento y de la modernidad del país asiático.
El Sunrise Kempinski Hotel es una buena opción para sorprender a la pareja con una escapada romántica. No es necesario que sea San Valentín, pero a veces, es útil hacerlo servir como excusa para conocer estos rincones del mundo tan especiales junto aquellas personas que más se aman.
@ Sunrise Kempinski Hotel
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