Dormir bajo las estrellas, en una zona donde la población más cercana se encuentra a kilómetros y bajo los pies de una de las atracciones turísticas más carismáticas de Australia es una experiencia que, a prioiri, puede parecer una aventura apasionante, pero incómoda. Dormir en una tienda, sobre el suelo, sin ninguna comodidad y desconectados del mundo es lo primero que viene a la mente. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Cerca de Ayers Rocks, la formación rocosa más famosa de Australia, se encuentra Longitude 131, un cámping de lujo con todo lo necesario para vivir la aventura soñada con todas las comodidades posibles.
Longitude 131 es un complejo formado por 15 tiendas flotantes que han sido pensadas y diseñadas para el viajero moderno. Decoradas con obras de arte de indígenas locales y con muebles de diseñadores australianos de prestigio, disponen de un gran ventanal que permite fusionarse con el espacio exterior y admirar el asombroso paisaje de su alrededor.
Las estancias cuentan con cuarto de baño con ducha efecto lluvia, I-pad para el entretenimiento, un bar con una amplia selección de bebidas gourmet, sistema de música, conexión a internet, control de clima y una amplia terraza. Todo, para conseguir que el huésped se sienta cómodo, a pesar de encontrarse en mitad de un paisaje desértico.
Cada una de las tiendas, cuyo techo está fabricado con sábanas de seda, lleva el nombre de un explorador o pionero de la zona. Y es que el Parque Nacional de Uluru y Kata Tjuta, donde se encuentra este glamping, es uno de los accidentes geográficos más atractivos de la zona, más famosos del país y cuna de los aborígenes australianos.
Precisamente, descubrir su cultura ancestral, observar su flora y fauna, estudiar su geología y admirar su cielo estrellado de noche son algunas de las actividades que se ofrecen en Longitude 131. Una cena en su restaurante Table 131, bajo las estrellas, es una experiencia difícil de olvidar, ya que se encuentra en uno de los mejores lugares del mundo para convertirse, por una noche, en un experto astrónomo.
Sin duda, la estancia en Longitude 131 no será una aventura extrema, pero sí una experiencia única en un entorno privilegiado. Despertarse con la postal de Ayers Rocks al frente y disfrutar de su amanecer o de su atardecer, no hay palabras para describirlo.
©Imágenes Longitude 131 en Australia
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