Todo buen fondo de armario debe tener una camisa blanca. Eso lo sabía Gianfranco Ferré, diseñador italiano que hizo de esta prenda uno de sus iconos y un elemento de elegancia imprescindible en el vestuario de las mujeres.
Para rendirle un merecido homenaje, la Fundación Gianfranco Ferré, junto al Palazzo Reale de Milán y el Museo textil del Prato han organizado la exposición con el nombre “Mi interpretación de la camisa blanca. Gianfranco Ferré”. En ella, acompañadas por un montaje excepcional, 27 camisas cobran vida para dar testimonio de dos décadas de sus diseños.
El recorrido comienza por una sala llena de enormes bocetos, proyectados sobre tul, en los que el diseñador apuntaba incluso el peso y caída de la tela. En la sala principal se exponen las 27 camisas que parecen flotar en el aire gracias a un juego de luces y sombras. Son camisas de crepé, organza, raso, tul, algodón y seda decoradas con bordados artesanales, encajes y decoraciones en relieve. Todo ello acompañado por unas proyecciones en techo que, simulando rayos X, recrean la estructura de cada una de las camisas, mostrando sus capas y texturas.
La exposición, ubicada en el Salón de Cariatidien del Palazzo Reale de Milán, se complementa con otros dibujos técnicos, bocetos e instantáneas realizadas por fotógrafos de gran prestigio en el sector de la moda, así como vídeos que ayudan a recrear el universo del modisto italiano y sus camisas.
En paralelo a la exhibición se presenta un catálogo, creado bajo la dirección artística de Luca Stoppini, en el que reconocidas figuras del mundo de la moda del estilo italiano y de la arquitectura dan su visión de las creaciones de Gianfranco Ferré.
Gianfranco Ferré consiguió que una prenda tan simple como una camisa blanca se elevara a la categoría de elegancia y se convirtiera en un imprescindible. Fue su sello de estilo y un sinónimo de la elegancia contemporánea.
El modisto italiano tenía formación como arquitecto. De ahí, su increíble visión espacial y control del volumen y de las formas. Fue director creativo de Dior durante ochos años, hasta que decidió crear su propia firma. Tuvo mucha influencia de Oriente, concretamente de India, donde pasaba largas temporadas y ello lo trasladó a sus diseños. Su marca no sólo se ha dedicado a la moda, Giancarlo Ferré tiene accesorios, perfumes y complementos. Ahora, la ciudad en la que murió en 2007 le rinde homenaje.
© Imágenes Gianfranco Ferré
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