La alegría, ese sentimiento de placer producido por un suceso favorable que se manifiesta con un buen estado de ánimo, de satisfacción y de sonrisa, es algo que todos hemos sentido en nuestras carnes en algún momento, todos anhelamos si nos falta y todos lo queremos tener en nuestra vida para siempre. Pero, ¿a qué huele la alegría?
La respuesta es Joy, la última creación perfumística de Dior. Un perfume que captura ese sentimiento afable en un aroma que es una oda al placer, a la vida.
Veinte años después de su último perfume femenino, Dior vuelve a embriagarnos con una nueva fragancia. Un perfume inmediato, claro y generoso que huele a bergamota, mandarina, rosa de Grasse, jazmín, sándalo, almizcle…. Pensado para la mujer joven, femenina, sensual y que sabe disfrutar de la vida.
Por ello, la imagen de esta fragancia no podría ser otra que la actriz Jennifer Lawrence. Auténtica en cada momento, le aporta a este perfume todos los colores de su personalidad y su feminidad sensual y natural.
Joy es obra de François Demachy, perfumista de Dior, cuya creación “expresa ese sentimiento de alegría ofreciendo una interpretación olfativa de la luz. Este perfume se asemeja a ciertos cuadros puntillistas con una riqueza técnica precisa, pero sin llegar a ser pesada. Está construido con múltiples matices, una miríada de facetas que conducen a una expresión clara y evidente”.
Joy va envuelto en un frasco, aparentemente simple, que combina la plata con el color rosa radiante del líquido que contiene. Un recipiente luminoso, cuyo tapón está envuelto con un hilo plateado brillante, como una joya con el nombre garbado.
Joy supone un lanzamiento importante para la firma de lujo francesa, ya que desde la creación de J’Adore en 1999 no había presentado ningún perfume femenino inédito. Sin duda, una buena noticia que viene a perfumarnos de nuevos aromas y, sobretodo, a llenarnos de alegría.
©Imágenes Joy by Dior
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