Golden Door, un lujoso resort & spa donde adelgazar y equilibrar la mente

Las vacaciones han dejado un buen recuerdo. Momentos únicos de diversión y descanso, pero también algún kilo de más por las cenas más copiosas o los caprichos apartados durante el invierno. Si a ello se suma el tener que retomar la rutina, a muchos les conlleva sufrir el llamado síndrome postvacacional.

Para poder equilibrar cuerpo y mente, y de paso, perder aquellos kilitos de más, un lugar perfecto y muy lujosos es Golden Door Luxury Resort & Spa, el rincón americano preferido por ricos y famosos para adelgazar, re-equilibrar su mente o hacer un détox total en su cuerpo.

Golden Door se encuentra en San Diego, en las colinas de Escondido. Ofrece tratamientos de entre 4 y 7 días para adelgazar y para encontrar el equilibrio mental, gracias a su filosofía mindfullness. La experiencia en Golden Door ha sido diseñada para ayudar a sus huéspedes a reposicionarse en el centro de su vida, atendiendo a su cuerpo y a su mente.

Golden Door ocupa más de 600 acres formados por jardines japoneses, huertos y frutales, bosques de bambú, y todos los equipamientos necesarios para que sus clientes disfruten de su estancia y 40 habitaciones individuales, con un diseño simple que transmiten calma y serenidad.

Los clientes que llegan a Golden Door lo hacen sin maleta, ya que el centro proporciona todo lo necesario para su estancia: shorts, camisetas, kimono, chanclas, zapatillas, productos de belleza, chubasquero y sombrero.

Una vez allí, se encontrarán con un menú diario de 1.200 calorías, cinco horas de ejercicio (yoga, baile, cardio, ejercicios en la piscina…), y todo tipo de terapias cosméticas. Cada mañana, el personal suministra el programa de actividades diaria, que es totalmente opcional, y que está adaptado a las condiciones físicas de cada uno.

Un nutricionista es el encargado de guiar a los huéspedes en la parte alimenticia. El secreto del adelgazamiento no está en comer poco, sino en hacerlo en porciones pequeñas y, si se siente ansia de comer entre horas, degustar un caldo o una fruta.

A la dieta hay que unirle un extenso programa de actividades, repartidas durante la semana de estancia. Yoga, un personal training a disposición del os huéspedes, ejercicios en la piscina, largos paseos, clases de taichí, clases de meditación, pilates, tratamientos estéticos, entre otros, que culminarán en una cena de despedida el último día.