En 1916, un joven heredero de una familia aristocrática creó una fragancia fresca y moderna que describía a la perfección su estilo de vida. Era Carlo Magnanii y su creación era Acqua di Parma, la colonia que mejor define el estilo italiano.
Ahora, Acqua di Parma celebra cien años de vida y la mejor manera de celebrarlo es con la creación de una nueva fragancia de edición limitada: Colona Edición Centenario Damiani. Se trata de una auténtica joya, de la que sólo existirán cien piezas, diseñada por la prestigiosa casa de alta joyería italiana Damiani, quien ha creado una pieza en plata que envuelve al frasco Art Deco de la colonia, inspirado en las decoraciones del Teatro Regio de Parma.
Es una fragancia con notas cítricas, lavanda, rosa búlgara, verbena y romero que encantará a los habituales usuarios de Acqua di Parma. Realizada de forma artesanal, esta colonia se produce de la misma manera que hace cien años, manteniendo la calidad, la excelencia y la exclusividad que desde el primer día están marcadas en el ADN de la firma italiana. Su proceso creativo está dirigido por la voluntad de combinar tradición y contemporaneidad, utilizando los mejores artesanos y la materia prima de primera calidad.
Pero la celebración del centenario de Acqua di Parma no se detendrá aquí. En su compromiso con su ciudad de origen, Parma, la marca italiana quiere resaltar el arte y la cultura de esta ciudad. Por ello, se realizarán diversas actividades culturales y artísticas para promover el patrimonio de Parma. En el Palazzo della Pilotta se presentará “Essere Parma”, dos publicaciones que recogen la esencia de la ciudad. Una de ellas es un libro fotográfico que recoge instantáneas que plasman sugestivos paralelismos entre el pasado y el presente de Parma. El otro, es una novela de Antonella Boralevi ambientada en la ciudad.
Además, Acqua di Parma estará presente en varias representaciones y actos que se realizarán en diferentes teatros de la ciudad, poniendo de relieve, una vez más, la estrecha relación entre la marca de fragancias y la ciudad de la que lleva su nombre desde siempre. Muestra de ello es el color amarillo característico de Acqua di Parma, convertido en sello de identidad de la marca, que se ha utilizado en la fachada de edificios de la ciudad desde 1.700.
Acqua di Parma ha sido siempre una fragancia que refleja como ninguna el estilo italiano. Es elegante, refinada y aristocrática. Es un clásico moderno que no ha perdido un ápice de encanto desde su creación, pasando de generación en generación. Una colonia atemporal, que llega a su centenario en plena forma y manteniendo inalterable los postulados de su creación: frescura y modernidad.
© Imágenes Acqua di Parma
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