El chocolate es de esos caprichos al que no podemos resistirnos. Con leche, blanco, negro, con almendras, con naranja, en estado líquido o en estado sólido, es una delicia que gusta a casi todo el mundo. Saludable, si uno no se excede en su ingesta, lleva con nosotros desde que el nuevo continente fue descubierto. Un pecado de los dioses que mayas y aztecas utilizaban como moneda de cambio y que ha llegado a nuestros días sin perder un ápice de su deliciosa fama.
Chocolates hay muchos, pero ninguno como el de To’ak. Su origen, su elaboración y su sabor lo hacen único.
Procedente de una rara variedad de cacao ecuatoriana que se creía extinguida, su historia es tan única como su sabor. To’ak nació de un proyecto de conservación de la selva tropical que su co-fundador Jerry Toth inició en el Valle de Piedra de la Plata (Ecuador) en 2007. Junto a una pequeña casa de bambú encontraron viejos árboles de cacao abandonados que, tras verificar con pruebas de ADN, resultaron ser de variedad Nacional, los primeros árboles de cacao domesticados por el hombre. Quisieron probarlos y, como la casa no tenía electricidad, decidieron realizar todo el proceso a mano. Su aroma y su sabor fue el indicio de que ese cacao ecuatoriano era diferente a cualquier otro. Tras años de perfeccionamiento, el resultado es un chocolate único, fabricado sin industria ni mecanización.
La misión de To’ak es transformar la forma en el que el mundo experimenta el chocolate negro. Su idea es elevar su elaboración y degustación al nivel de un vino o un whisky añejo. Por ello, utilizan las técnicas de los enólogos y, al igual que un buen vino, las características del chocolate varían según el suelo y el clima en el que se cultiva. Su elaboración es totalmente artesanal y sostenible. Incluso su packaging, una caja de madera, es consecuente con el medio ambiente y por cada árbol talado se repone otro en la plantación.
Para reafirmar el origen del cacao, cada una de las tabletas de chocolate tiene en su centro un grano de cacao tostado seleccionado para recordar que el chocolate sale de la fruta de un árbol. Un placer a la altura de los dioses, absolutamente delicioso.
© Imágenes To’ak
Etiquetas: Chocolate ecuatoriano, Chocolate To'ak, Magazine de Lujo, Tendencias de Lujo, The Luxury Trends, To'ak
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