Son muchas las ocasiones en las que la colaboración entre dos firmas, que a priori no tienen nada que ver, da como resultado una auténtica maravilla. Tal es el caso de la unión de Rhum Clément con Tournaire. El primero elabora ron en la Martinica desde 1887, la segunda es una de las joyerías más célebres de París, famosa por sus piezas inspiradas en la arquitectura.
El resultado ha sido una botella de ron singular, tanto por su lujoso envase como por su exclusivo contenido, considerada por el momento la más cara del mundo. Se trata de una obra de orfebrería única, elaborada con cristal de Baccarat que se sitúa sobre un soporte de bronce labrado a mano, coronada por un tapón con la talla de L’Habitation Clément, la casa de Martinica donde se fabrica el ron.
Tournaire ha utilizado para la creación de este tapón único 200 gramos de oro amarillo y rojo de 18 quilates, con diamantes engarzados de 4 quilates en tejado y bordes. Es una miniatura de la tradicional vivienda martinica del siglo XVIII, sede de Clément, y que está considerada monumento histórico.
Pero la belleza del exterior nada tiene que envidiar al contenido. En su interior se encuentra un excepcional Rhum Clément de 1966, embotellado en 1991 que nunca antes se había comercializado. Un destilado caribeño, envejecido en barrica, que guarda en su esencia una mezcla de aromas especiados y leñosos.
El packaging que lo envuelve, por supuesto, también está a la altura, con un estuche a medida realizado en cuero envejecido.
La idea de esta creación surgió de un encuentro entre el director general de la joyería Tournaire y el director comercial de Rhum Clément. Ambos dudaron de su puesta en práctica, pero una vez manos a la obra, el resultado es una auténtica obra de arte que alberga en su interior un exclusivo elixir.
© Imágenes Rhum Clément- Tournaire