Una de las mejores manera de pasar la Semana Santa es esquiando. Bien sea en compañía de la pareja, de amigos o de la familia, es una de las mejores épocas del año para disfrutar de la nieve, divertirse y relajarse.
Proponemos unos cuantos hoteles donde la práctica del esquí y el lujo van de la mano.
Si lo que buscas es tranquilidad, aislarte del mundo pero practicar deportes extremos, el Whare Kea Lodge Chalet es tu lugar. Situado en el Parque Nacional de Aspiring en los Alpes del Sur de Nueva Zelanda, el Chalet ofrece impresionantes vistas al Monte Cook, y mucha tranquilidad porque se encuentra aislado en lo alto de la montaña. Dispone de dos dormitorios dobles, un amplio salón y habitaciones con litera, con capacidad para seis personas. La adrenalina está asegurada al visitar este lugar, puesto que sólo se puede acceder a él en helicóptero. Su cercanía a la zona del Lago Wanaka facilita la práctica del esquí de fondo o, si se es más atrevido, se puede probar con el heli-esquí.
Más cerca, en los alpes franceses y en un ambiente mucho más familiar, se encuentra el Hotel La Alpaga, en la localidad de Megève. Con impresionantes vistas al Montblanc, este hotel está construido siguiendo la tradición de las granjas de la zona. Combina encanto, elegancia y lujo. Cuida el más mínimo detalle, tanto en la decoración como en el trato con sus clientes, disponiendo de chófer privado para acceder a las pistas si así se desea. La visita a su spa será la guinda de un día perfecto después de disfrutar de la nieve.
En la misma localidad se encuentra el Chalet Des Fermes de Marie, un complejo que ofrece nueve chalets construidos con todo lujo de detalles, con materiales tradicionales de la zona y con una decoración donde cada objeto tiene una historia que contar. Tiene un ambiente muy familiar, con un espacio con actividades para los niños y un spa pensado para que los padres se relajen después de un día de esquí. Los chalets cuentan con cinco habitaciones, salón con chimenea, terraza priva y jacuzzi. ¿Una curiosidad? En la localidad de Megève se celebra cada año una competición de polo sobre nieve.
Sin dejar Francia, en Courchevel, se encuentra el refugio alpino 1550 Scott Dunn’s Chalet. Perfecto para las vacaciones de esquí de lujo en familia. Situado cerca de las pistas de Tres Valles, fue de los primeros complejos en ofrecer servicio de niñera privada y actividades para los niños para que los padres puedan disfrutar del esquí sin preocuparse por sus hijos. Parapente, senderismo, paseos en raquetas de nieve, esquí de fondo o viaje en globo son algunas de las actividades que se ofrecen. Si ello no le gusta, siempre puede visitar algunas de las galerías de arte que hay en la localidad de Courchevel, ir a la bolera o visitar sus tiendas.
El Gstaad Palace, en Suiza, es una muestra más de lo que nos pueden ofrecer las pistas de esquí europeas. Situado en Gstaad Mountaine Rides, podrá practicar esquí o snowboard en los 250 km. de pista que tendrá a su disposición, deslizarse en trineo, practicar senderismo o, simplemente, disfrutar del paisaje que le rodea desde una de sus terrazas. Su originalidad radica en que aquí podrá practicar golf en la nieve, escalar sobre hielo o dar un romántico paseo en carruaje. Pero si lo que quiere es relax, el hotel Gstaad Palace dispone de 1800 metros cuadrados de spa, con ocho cabinas de tratamiento, suite spa privada, sauna, piscina cubierta y exterior , en un ambiente de montaña que invita a desconectar y a no pensar en nada.
En el país vecino, en Austria, concretamente en la región de Arlberg se encuentra el Aurelio Lech Hotel. Un lugar más distendido donde, después de una jornada en la nieve en una de las mejores zonas de esquí de Europa, se puede disfrutar de una sesión de jazz en directo, acercarse a alguna de las localidades cercanas para ir de compras o salir de fiesta. Todo ello sin ningún problema de transporte, puesto que dispone de un servicio de bus gratuito, servicio de limousinas o incluso traslado en helicóptero hasta las pistas.
Cambiando de continente, no podía faltar una estancia en Aspen. El St. Regis Aspen Resort es nuestra sugerencia. Diseñado como una versión contemporánea de una casa de montaña, ofrece buena comida, buen vino y mucha aventura. Situado en la base de la montaña de Aspen permite el acceso a las cuatro estaciones de esquí que ofrece esta majestuosa montaña. Uno de sus mayores lujos es el spa, con tratamientos exclusivos para después de la práctica el esquí, como un masaje personalizado para alivio muscular o un ritual que consiste en exfoliar, alisar e hidratar todo el cuerpo para regenerarlo después de día de deporte al aire libre. El final del día perfecto vendrá de la piscina climatizada al aire libre desde la cual se obtienen unas vistas espectaculares de las montañas de Aspen.
Un poquito más al norte, en Canadá, se encuentra el paraíso de los amantes del esquí de lujo, Bighorn Revelstoke. Un lugar exclusivo, ideado como refugio de montaña de alto nivel donde se practica el heli-ski privado. Dispone de un helipuerto que permite volar hasta la cima de la colina de esquí más alta de América del Norte y deslizarse por el descenso vertical más largo de Canadá, todo con grandes medidas de seguridad y con una calidad de nieve polvo extraordinaria.
© Imágenes Whare Kea Lodge/ Imágenes Alpaga Megève/ Imágenes Gstaad Palace/ Imágenes St, Regis Aspen/ Imágenes Aurelio Lech Hotel/ Imágenes Bighorn Revelstoken/ Imágenes Chalet des Fermes de Marie/ Imágenes 1550 Scott Dunn’s Chalet
Etiquetas: Diversion, Esquí, Hoteles de lujo, Magazine de Lujo, Nieve, Relax, Revista de Lujo, Ski Resort, The Luxury Trends
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