Reciclar se ha convertido en una necesidad si queremos salvar nuestro planeta. Lo que hace unos años era una moda de ecologistas que ya avisaban del problema del consumismo, ha pasado a ser algo urgente para evitar el fin de las reservas de nuestro mundo. Todos colaboramos, en mayor o menor medida, a que ello no suceda y por eso, incluso los gestos más pequeños e impensables, son bien recibidos.
Aunque, a priori, pueda parecer que lujo y reciclaje no están muy bien avenidos, hay iniciativas que demuestran todo lo contrario. Tal es el caso de la casa de whisky Glenmorangie, que desde hace algunos años recicla las barricas de roble blanco donde su licor reposa diez años para convertirlas en objeto de deseo de los más fashionistas, en su colección Beyond de Cask.
Sus barricas se usan sólo dos veces y entonces, ¿por qué no reutilizarlas y darle vida más allá del whisly?. Su primera propuesta fueron unas gafas de sol con montura de esta madera tan especial, realizadas en colaboración con la empresa británica Finlay & Co. Unas gafas únicas, hechas a mano, con un diseño exclusivo y personalizado, de edición limitada y que desprenden el aroma del whisky cuya materia prima albergó durante años.
Tras el éxito cosechado con ellas, el siguiente paso fue una bicicleta realizada en colaboración con Renovo, inventores de las primeras bicicletas de madera de ingeniería. Su pasión por la madera, la artesanía y la innovación unieron estas dos firmas para crear una bicicleta con cuervas elegantes y líneas suaves, perfecta para paseos suaves. Su innovador marco contiene una pequeña proporción de madera de sapele y está hecha a mano con el mejor roble americano sacado de las barricas del excepcional whisky de malta de Glenmorangie.
Su última colaboración es con la empresa americana Grain Surfboards con la que Glenmorangie ha contado para la creación de su nuevo Beyond de Cask, una tabla de surf de edición limitada y alto rendimiento realizada con la madera de sus barricas. El proceso para su construcción es muy metódico, respetando las vetas de la madera y utilizando tres tipos de madera. Por un lado, el cedro blanco utilizado habitualmente por Grain Surfboard en sus productos, el cedro rojo occidental recuperado y, por supuesto, el roble americano procedente de la destilería en las orillas de Dornoch Firth de Glenmorangie.
Tres proyectos únicos donde el eje común es el amor por la madera, por la artesanía, el diseño y la innovación. Tras 175 años perfeccionando el arte de hacer whisky, la destilería del grupo LVMH, Glenmorangie, apuesta por la sostenibilidad, sin dejar de lado su carácter artesano y exclusivo, mostrando que la calidad y el lujo pueden ir perfectamente de la mano con el reciclaje, dándole a la madera una segunda vida más allá de las barricas.
© Imágenes Glenmorangie
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